La adicción a la teletienda

Como todo el mundo sabe lo mejor que hay en la televisión, con gran diferencia, es la teletienda. Alucinante. La inspiración para toda mente inquieta. Me gusta todo, los artilugios de cocina con los que puedes preparar hamburguesas de patatas y panceta en menos de 30 segundos, los electrodos que luego te ayudan a perder el peso de las jodidas hamburguesas de patata y si no lo consigues a tiempo, ahí tienes la faja slim; siento ganas de cambiar mis aparejos de pesca por unos más modernos, basados en la respuesta genética y desde luego renovar mi vieja escoba por una que utiliza la electricidad estática y limpia incluso pota incrustada.


Ver a Chuck Norris levantando su propio peso a través de un sistema de poleas o a Kenny K. con una nueva versión del Ab-Flex sólo rivalizan con las últimas tecnologías de HP que siempre nos presenta Javier Sánchez ante la absoluta estupefacción de alguna chica que parece fascinada por un ordenador que te permite ver tus propias fotografías.

Pero desde luego el anuncio que ha alcanzado recientemente unas cotas de surrealismo absolutamente deliciosas es REST FORM. El anuncio es sencillamente delirante, mejor que cualquier droga. Para los ignorantes que no dominen el tema, se trata de una cama hinchable, pero no cualquiera, ésta es COJONUDA. ¿Por qué? Varias razones:


Puedes dormir tranquilamente mientras tu compañero hace acrobacias y artes marciales al otro lado (ésta no se ve muy bien, pero no crean que es fácil capturar instantes con el teléfono móvil):


Es tan estable que te permite tomar un refresco con pajita al mismo tiempo que realizas complicados contorsionismos, ¡por fin!:


Y lo mejor de todo. Algo verdaderamente maravilloso. Aguanta el peso no sólo de uno, sino de DOS ENORMES LEONES MARINOS:



No tengo palabras. De verdad, ¿quién necesita setas teniendo esto?